La recientemente aprobada ampliación de capital en el Atlético de Madrid, por la que Quantum Pacific Group se convertirá en accionista, con un 15% de participación, inyectando 50 millones de euros al club rojiblanco, supone valorarlo en 850 millones de euros, al sumarle al valor de los fondos propios, una deuda financiera neta que, al final de la temporada 2016/17, era de algo más de 515 millones de euros. Esta valoración superaría en 45 millones la realizada por KPMG Football Benchmark, en Diciembre de 2017 y en 190 millones la que publicó Forbes en el mes de Junio del mismo año. Es razonable pensar que vendedor y comprador habrán pactado una valoración algo inferior a los 850 millones, considerando que la deuda del club, ahora en máximos históricos, debería poder reducirse por lo menos en 100 millones de euros, en cuanto el club pueda vender los derechos urbanísticos de su antiguo estadio Vicente Calderón y hacer caja. Los éxitos deportivos del Atlético en años recientes, no han podido materializarse, en la misma medida, en una mejora de su situación financiera, por los problemas con que se han encontrado los proyectos inmobiliarios desarrollados por la entidad y que definen sus mayores debilidades en el terreno económico, junto a su elevado nivel de endeudamiento. Su eliminación de la Champions esta temporada 2017/18 implicará una reducción de unos 50 millones en sus ingresos.
La actividad del nuevo accionista, Quantum Pacific Group, propiedad del empresario de origen israelí, afincado en Londres, Idan Ofer, se centra en el negocio del transporte de gas y petroleo por lo que no queda muy claro cómo podrán contribuir a la expansión internacional del equipo madrileño, como se indica en la nota de prensa emitida para anunciar la ampliación de capital. El grupo es propietario de un fondo de inversión pero entre sus participaciones no han figurado, hasta ahora, negocios relacionados con el deporte. Se ha destacado en prensa, que Ofer adquirió por 600.000 € una réplica del Balón de Oro ganado por Cristiano Ronaldo en 2013, el mismo año en que el empresario israelí traslado su residencia al Reino Unido, según algunos, para evitar pagar más impuestos ante una anunciada reforma fiscal en Israel, además de por motivos familiares. Él mismo, ha reconocido que no tiene experiencia previa en la industria del fútbol pero sí le ve un gran potencial como negocio. Respecto al Atlético lo considera la mejor opción que puede encontrarse en España, "ya que nadie puede comprar el Madrid o Barcelona porque son propiedad de sus aficionados, así que el Atlético es lo mejor que puedes encontrar con propiedad privada".
Parece que la decisión de FCC de rescindir el acuerdo existente para comprarle al Atlético los derechos de desarrollo urbanístico de los terrenos del Calderón, unida al hecho de que el equipo se haya visto descabalgado de la Champions esta temporada, con el impacto que todo ello conlleva en la tesorería que necesita el club para hacer frente a sus obligaciones con hacienda y los bancos, pueden haber forzado esta nueva ampliación de capital, por 50 millones de euros, que se añaden a un nuevo préstamo, por otros 50 millones, otorgado por Wanda, durante la temporada pasada, según indica la memoria del club, para cubrir necesidades de caja, con el compromiso de devolución en dos plazos a lo largo del próximo año 2019.
Quantum nombrará un representante en el consejo de administración del Atlético y está por ver si, con ello, la nueva estrategia del club va hacia un enfoque más conservador, bajo el cual se apuesta por hacer caja de algunos de sus jugadores y reducir deuda rápidamente o, por el contrario, con el apoyo de los nuevos accionistas, se sigue apostando por un plantel de primer nivel y mantener su competitividad en las máximas competiciones con el objetivo de seguir creciendo deportivamente y en valor de negocio.
Por lo que respecta a Gil Marín y Cerezo, propietarios respectivamente de un 48,8% y de un 17,9% de las acciones, antes de la ampliación, parece que quieren esperar a que aumente la valoración del club para vender su parte, ya que han indicando que no han aceptado ofertas que contemplaban adquirir su participación actual y han optado por la ampliación de capital, a pesar de suponer una dilución de su porcentaje de propiedad.
A corto plazo, toca reducir o refinanciar deuda y las opciones para hacer caja, mientras Gil Marín y Cerezo no vendan su participación, se ven, en buena medida limitadas a la cesión de los derechos urbanísticos del antiguo estadio, que podría aportar un alivio de 120 millones, además de la venta de jugadores.
Por lo que respecta a Gil Marín y Cerezo, propietarios respectivamente de un 48,8% y de un 17,9% de las acciones, antes de la ampliación, parece que quieren esperar a que aumente la valoración del club para vender su parte, ya que han indicando que no han aceptado ofertas que contemplaban adquirir su participación actual y han optado por la ampliación de capital, a pesar de suponer una dilución de su porcentaje de propiedad.
A corto plazo, toca reducir o refinanciar deuda y las opciones para hacer caja, mientras Gil Marín y Cerezo no vendan su participación, se ven, en buena medida limitadas a la cesión de los derechos urbanísticos del antiguo estadio, que podría aportar un alivio de 120 millones, además de la venta de jugadores.
Participaciones en % de los principales accionistas del Atlético de Madrid tras la entrada de Quantum |
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